Muchas personas viven en pisos realmente oscuros, en los que apenas llega la luz natural. Aprender a iluminar una habitación oscura es una tarea muy importante a la hora de decorar tu casa y sabiendo algunos trucos sobre los colores y el uso de la luz pasarás de tener una habitación oscura a tener una más cálida, acogedora y luminosa.

Además, la luz natural y los espacios luminosos influyen y aportan muchos beneficios a la salud de las personas, entre ellos, mejoran nuestro estado anímico, aumentando los patrones de sueño y disminuyendo el estrés. Por eso es recomendable saber iluminar una habitación oscura.

El blanco, tu mejor aliado
El color blanco es fundamental para crear un ambiente amplio y luminoso, ya que refleja la luz de la propia habitación. Utilizándolo tanto en textiles (nórdicos, alfombras, mantas, cojines…) como en paredes, suelos, techos y muebles ganarás espacio y claridad en cualquier estancia.

¿Realmente necesitas tantos muebles?
El exceso de muebles, ya no solo reduce los metros cuadrados, sino que, además, hace que el espacio sea más oscuro de lo que es en realidad. Utiliza solo los muebles imprescindibles y elimina todo aquello que realmente no necesitas, así ganarás amplitud y con ella más luminosidad.
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¡No tapes las ventanas!
Contra más limpias, despejadas y libres estén las ventanas más luz natural dejarán pasar a toda la estancia. ¡Ojo! Vigila cómo colocas los muebles y procura que no obstruyan la entrada de la luz. Si no tienes más remedio, procura que el mueble no sea muy voluminoso.

Utiliza los espejos para dar luminosidad
Parece mentira, pero los espejos, al reflejar, duplican visualmente el espacio y todo lo que tiene dentro. Por eso, también se doblarán los puntos de luz que tengas en la habitación. ¡Truco! Si en el cuarto tienes una ventana, coloca el espejo frente a ella, lograrás que la luz rebote e ilumine más la habitación.

No puede faltar un buen punto de luz
Obviamente, necesitaras algunos puntos de luz direccional para aportar claridad e iluminar la estancia cuando se haga de noche. Esta tiene que enfocar directamente a un punto concreto, como, por ejemplo, en cómodas o mesitas de noche, en el centro de la estancia, en los armarios…
También puedes optar por la iluminación ambiental para dar luminosidad y calidez a la habitación.
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