En verano, pasar tiempo en el exterior y rodeados de naturaleza es una gran parte de la cultura nórdica. Pero en realidad, no importa la estación del año, incluso en invierno, con la nieve cayendo y las bajas temperaturas de hasta -20º, los nórdicos siguen practicando actividades al aire libre.
Piensa por un momento: dormir con el sonido del silencio o escuchando el canto de los pajaritos… empezar y terminar tu día en una sauna y con un refrescante baño en un lago… pasar tu día haciendo solo las cosas que más te apetecen… ¿un lujo no? Pues esto y más es lo que hacen los nórdicos en sus preciosas cabañas de verano. En este blog post te queremos acercar un poco más a sus costumbres y tradiciones.
Con la llegada del verano, los nórdicos acuden al campo en busca de tranquilidad y relajación en acogedores escondites. Es una manera perfecta de curar el cuerpo y el alma: se liberan de la vida estresante de la ciudad, olvidan la rutina y el ajetreo del trabajo y conectan 100% con la naturaleza, aprovechando todo el tiempo para dedicarlo a la familia y a uno mismo.
Los nórdicos se alojan en cabañas de madera cercanas a los lagos o a la costa. Y, aunque las hay de lujo, muchas personas prefieren una más pequeña y vivir y disfrutar de las cosas más sencillas.
A continuación, queremos compartir contigo tres esenciales de unas vacaciones perfectas en una casa de campo en los países nórdicos.
Un mix entre sauna y lago, calor y frío
Especialmente en Finlandia, un país con miles de lagos y una preciosa costa, casi todas las casas están situadas a sus alrededores, y tienen sus respectivas saunas de madera, algo muy cotidiano en sus vidas y su tradición más conocida. Y por eso es tan normal combinar estos dos elementos. Los nórdicos disfrutan así del placer de pasar del calor intenso de la sauna al frío helado de un lago finlandés. Esta combinación permite relajar el cuerpo y la mente, además de limpiar los tejidos y mejorar el riego sanguíneo.
Algo curioso; ramita de abedul (vihta o vasta, depende de la región). Los nórdicos golpean suavemente sus cuerpos con ramas frescas de abedul en la sauna ¡para mejorar la circulación!
Cualquier actividad al aire libre es buena
Cuidar el jardín, disfrutar de paseos en barco por el lago, recoger flores o bayas en el bosque, hacer senderismo, jugar, hacer actividades acuáticas… Si el clima lo permite, ¡puedes hacer lo que quieras! La cuestión es divertirse y gozar de la naturaleza, respirando aire puro y aprovechando la luz interminable de los días de verano como si no hubiera un mañana, porque saben que es efímero.
Otra cosa de la que se puede disfrutar en verano es del sol de medianoche. Como el sol no llega a ponerse, el cielo se queda como si fuera un amanecer o un atardecer. El cielo desprende una luz especial que siempre está encendida y que nunca termina de irse.
¡Y por supuesto, disfrutan de lo que más les gusta!
Ya sea leer, escribir, pintar, cocinar o simplemente relajarse, lo más importante es olvidar las obligaciones y disfrutar de las cosas que normalmente no tienes tiempo para hacer.
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